El parlamentario expresa el malestar de su grupo en la Alianza Parlamentaria. También nos confiesa los malos momentos que pasan algunos legisladores ante insultos de la ciudadanía por culpa de los “comeoro” y “robacable”. ¿No siente vergüenza de ser congresista?
(Enrojece y ríe). No. Tendría vergüenza si fuese parte de los “comepollo”, “comeoro”, “robaluz”, etc. Por suerte ese grupo es minoritario...
Comparten el hemiciclo.
(Ríe). Por suerte el hemiciclo es grande y los que se sientan a mi lado no están a ese nivel.. No tengo contacto directo con las personas cuestionadas.
¿Lo insultan en la calle?
No, más bien me felicitan por no estar contaminado. No he tenido ningún comentario desagradable y mucho menos frases hirientes. Los tuve solo una vez, cuando sucedió el tema Paniagua: me dijeron ¿por qué has matado a Paniagua?
¿Insultan a sus colegas?
Sí, sí, sí. Se quejan de eso. Otros no quieren hacer mucha luz de sus prerrogativas (para evitar los insultos). Incluso hoy (el jueves) vengo de un almuerzo con empresarios, quienes me han hablado del nivel muy bajo de los congresistas.
Usted le puso la chapa de “comeoro” al congresista Romero. ¿Le reclamaron?
Es una expresión periodística que viene de la legislatura pasada. Quise hacer una broma, pero no fue mi intención ofender.
¿Ahora usted será el verdugo de sus colegas denunciados?
Cuando acepté el cargo (presidente de la subcomisión de acusaciones constitucionales) no sabía que había 45 denuncias embalsadas del Congreso anterior y 15 nuevas... y a la semana aparece la de Chehade, la más importante porque se trata del vicepresidente.
¿Acusarán a Chehade?
Eso lo va a decir la investigación. Hay 12 votos y se aprueba acusación con base en mayoría simple. Se hará entre el 8 y 15 diciembre.
¿Hasta cuándo se quedará en la Alianza Parlamentaria?
Esa es una buena pregunta…
¿No se siente muy cómodo?
Hay gente bastante valiosa en mi bancada, pero hasta hoy no nos hemos fijado una agenda propia, sino que estamos actuando de acuerdo con los reflejos o intuiciones de la vocera o de unos cuantos que están deseosos de colaborar constante y permanentemente con el oficialismo, y eso es algo que hay que analizar, revisar, y por tanto marcar distancias.
¿Se siente coaptado por el acuerdo de gobernabilidad entre Alejandro Toledo y el gobierno de Ollanta Humala?
No, porque nosotros somos parte de una alianza parlamentaria; no somos parte de una alianza con el gobierno. Respetamos y apreciamos mucho las decisiones que pueda haber tomado Alejandro Toledo respecto a sus relaciones con el gobierno, pero en el Congreso las decisiones son más independientes porque en la bancada somos tres fuerzas políticas y varios congresistas independientes.
Hubo un impase entre los congresistas Diez Canseco y Lescano por la megacomisión que investigará la gestión aprista. ¿Es una fricción entre aliados?
Allí hubo malos malentendidos. Creo que ha sido un error de Diez Canseco renunciar a la megacomisión, porque tiene el perfil para investigar.
¿Servirá de algo esta megacomisión?
No tiene mucho futuro, desgraciadamente, porque pretende abarcar cinco años de un régimen.
¿Sigue pensando que Daniel Abugattás dirige el Congreso como la Asamblea de los Sóviets de Rusia?
Creo que está aprendiendo. Independientemente del manejo parlamentario, que puede ser cuestionable o no, lo importante es su lucha contra la corrupción dentro del Parlamento.
¿Cómo observa la conducción del gobierno de Humala?
Lo positivo es querer gobernar en democracia y consensos, continuar con la misma línea de crecimiento que tiene el Perú desde el 2000 y fijar una posición fuerte del Estado frente a las transnacionales y grupos de poder económico, como en el caso de Telefónica.
¿Lo negativo?
No reacciona bien; no pone la agenda; no tiene un ministro pararrayos; no hay un ministro que hable por sí mismo, y cuando habla se equivoca o mete la pata.
¿Es apropiado el manejo del tema minero?
Es un tema de autoridad pero también de diálogo y de participación de los gobiernos nacional, regionales y locales.
“Hay pugnas dentro del gobierno”
¿Cuál es su comentario sobre el protagonismo de Nadine Heredia en el gobierno?
Se está exagerando; yo la veo tranquila. Creo que es parte del juego alrededor del gobierno. Como el Partido Nacionalista no es una organización política bien estructurada ni coherente, hay diferentes fuerzas que luchan entre ellas .
¿Cómo así?
Hay grupos siomistas, nadinistas, ollantistas. Se han conformado grupos dentro del gobierno que pugnan entre ellos por tener mayor cercanía al poder y mayor participación en la toma de decisiones.
¿Qué sintió ante la aprobación de la ley que dejó fuera de carrera a 15 embajadores, entre ellos a su hermano (el ex canciller José Antonio García Belaunde)?
Han sacado a la mejor generación de embajadores. Me parece que es una torpeza. El gobierno puede haber tenido razón en corregir un defecto de una ley pero la forma no ha sido la más adecuada, porque los 15 embajadores que se han ido a la calle no se merecían tanto maltrato.
¿Usted ha tenido buena correa para enfrentar las bromas sobre su desliz de anunciar la muerte de Valentín Paniagua?
Me afectó mucho porque le tenía mucha estimación a Paniagua y había estado con él hasta horas antes. Mi preocupación en ese momento fue haber perjudicado la tranquilidad de la familia Paniagua.
Fuente: Diario La República, Domingo 20 de Noviembre de 2011.
Entrevista de Inés Flores
